Hay algo a la luz de la Costa del Sol que desafía las palabras. No es solo el sol, es un brillo dorado que parece colgar el tiempo, calmar las mentes y hacer que cada momento sea más hermoso. Para entender por qué tanta gente se enamora de esta luz especial, hemos conocido a Isabel, un artista y residente de larga data, que ha capturado la esencia de Andalucía en sus pinturas durante décadas.
P: Isabel, has estado viviendo en Costa del Sol durante más de 30 años. Si hubiera una cosa que hace que este lugar sea tan especial, ¿cuál sería?
Isabel: Sin dudarlo, luz. Es único aquí. No es solo el hecho de tener más de 320 días de sol por año, es la forma en que baila, de la cual se da vuelta el día.
Por la mañana, es suave y teñido de rosa, bañando los pueblos encalados con una luz cálida. Al mediodía, convierte el mar en una deslumbrante extensión de azul y plata. Y por la noche, se convierte en una caricia dorada, casi melosa, antes de desaparecer detrás de las montañas. Una luz que te invita a reducir la velocidad, a observar, saborear.
P: Descripción magnífica. ¿Crees que esta luz influye en el bienestar de los habitantes?
Isabel: Sin duda. Vi a tantos amigos del norte de Europa cambiar radicalmente después de su llegada aquí. A menudo llegan cansados, la tez opaca, marcada por cielos grises y opresivos. En unas pocas semanas, su rostro se ilumina, sus características se relajan, sus ojos brillan.
Esta luz cambia nuestra forma de vida. Nos atrae afuera. Aquí, pasamos más tiempo al aire libre, caminando a lo largo de la orilla, saborea los almuerzos en la terraza, adoptando un ritmo más pacífico. Incluso en invierno, solo un suéter ligero para disfrutar del sol. Esta conexión con la naturaleza, a los elementos, transforma nuestro bienestar a diario.
P: Como artista, ¿cómo influye esta luz en su trabajo?
Isabel: Absolutamente. Mis pinturas no son solo paisajes, capturan momentos esculpidos por la luz: la forma en que el sol se filtra a través de un huerto naranja con crepúsculo, el mar que se convierte en oro derretido justo antes de la noche, las sombras que bailan en una pared blanca al mediodía.
Es una fuente infinita de inspiración. Esta es también la razón por la cual tantos artistas, pintores, escritores, fotógrafos se establecen aquí. Esta luz despierta algo en nosotros. Nos empuja a crear, a capturar lo efímero, a compartirlo.
P: ¿Qué consejo le darías a alguien que planea conformarse con Costa del Sol?
Isabel: Ven con la mente abierta. Tómese el tiempo para reducir la velocidad. Observe el cambio de luz a lo largo de las horas, vea cómo sublime las cosas más simples, una copa de vino en la terraza, un paseo por la playa, en pequeños momentos de gracia. Si haces esto, no querrás comenzar de nuevo.
Dejando el taller bañado en Isabel, la luz de la tarde envolvió un tinte dorado: las baldosas de terracota, las colinas en la distancia, el mar brillante en el horizonte. Tal vez tenía razón. No era solo el sol. Era algo más. Algo mágico.
Si sueña con hacer de Costa del Sol su hogar, no es solo una región que adopta, sino un arte de vivir: el de la luz, el calor y una profunda conexión con la naturaleza. Permítanos ayudarlo a encontrar su refugio de paz bajo este excepcional cielo mediterráneo.
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